No importa si el cielo este azul, celeste, o naranja, ella
siempre me acompaña. Sentadas en mi querida plaza, sobre la tierra mojada por
la reciente lluvia, la veo a ella. A mi lado, como siempre, con esa entereza
que la caracteriza.
Se me ocurre entonces, evocarte. Aún sin que estés a mi lado
puedo verte, puedo sentir las caricias de tus ojos, los abrazos permanentes, el
sonido de tu risa. Y descubro que con sólo nombrarte estás aquí, adentro mío, porque
al final soy vos.
No hay cosa que no me recuerden a ella. Sí es mi madre, y es
única; la emoción que sentía de chica al oír el sonido de sus tacos al llegar a
casa, sus perfumes que los reconocía a metros de distancia, nuestras charlas
eternas, secretos, complicidades y risas. Pero algo aprendí de ella y retumba
en mi memoria constantemente “Curita vos
sos más fuerte de lo que imaginás, fuerte como el roble, nunca lo olvides”.
Ahora ya de grande, entendí que a pesar del mundo caótico donde vivimos, solo
encuentro refugio de paz en su corazón, es con ella con quien quiero estar, es
ella mi MOTOR y mi PAZ.
El motor de cualquier máquina, la vuelve humana, es como el
alma que le da el impulso para arrancar, para ser, para cumplir el destino para
el que fue creada. En nosotros, el motor también está en esa fuerza visible o invisible que sale desde muy
adentro y nos permite caminar, persistir, arrancar, seguir adelante cuando ni ganas tenemos, o
infundir ganas cuando éstas nos sobran. Vivir
Hoy aprendí muchas cosas. Hoy aprendí a mirar la vida con
otros ojos. Crecí de golpe, y estoy feliz. Hoy aprendí a contemplar los cielos,
hasta los más oscuros. Aprendí que nada sirve si uno no está bien con uno
mismo. Aprendí que todo se puede lograr mientras se respire.
Recién hoy con veintidós años, puedo agradecer profundamente
a mis papás y a mis hermanos por haberme dado otra oportunidad de seguir con
mis sueños; esos que persisten desde la infancia.
Mamá, Papá, Mi vida entera y Gordi: veo en sus ojos el amor
más puro y verdadero. No me alcanzan estas líneas para agradecerles todo lo que
hicieron, hacen y harán por mí.
Hoy soy otra Florencia, y estoy orgullosa de este cambio.
Gracias a mi familia porque sin ellos nada sería lo mismo.
“ Ama el día, solo abrázalo.
Deja afuera la
tristeza,
Ilumínate en la luz
Que el sentido de tu
vida
está en el HOY, en
éste instante.
No hay atrás, solo
ADELANTE” .. para mi Flor , con amor Mamá
Princesita hermosa!!...No hay atras...solo Adelante!...si que se puede Flor...Nosotros (porque somos muchos) dia a dia a la par...Fuerza!! Gordi..
ResponderEliminarTu sonrisa, tus palabras son la inspiración para seguir apostado a cada día, cada mirada, cada sonrisa que nos inspira a seguir avanzando...gracias. Cariños Ma. Elena
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