“Aprender a VIVIR, empezar HOY Y AHORA, y aceptar la voluntad de DIOS.
Palabras que sanan. Por el padre Ignacio.”
Lunes 23 de noviembre del 2015;
Lunes, tres de la mañana y sigo despierta. Si
vieran mi cara, se asustarían. Mamá y Maca (mi hermana) me dicen:
Maca: -“Florencia, por favor
anda a dormir, tenés cara de zoombi”
Mamá:-“Florencia, hija, intenta dormir, descansá, tenés los ojos como dos huevos
fritos”.
No es que no quiera dormir, pero quizás ellas no entienden
que ésta semana me internan para iniciar un nuevo tratamiento, para arrancar de
cero otra vez. Eso significa estar internada meses y meses en una habitación de
dos por dos.
Lamentablemente, hace una semana tuve que escuchar por
tercera vez que los médicos me digan que el tratamiento no estaba funcionando,
que mis Lucesmias avanzaban y que iba a
necesitar hacer quimioterapia y un nuevo trasplante de médula de manera urgente.
¡A la mierda pensé!, ¿Tanta mala suerte voy a tener? Creo
que mis lágrimas, acostumbradas a las malas noticias, cayeron por mi mejilla
antes de entrar a consulta.
No tengo otra opción más que internarme y comenzar otra
vez. No me muevo de Capital desde el veinte de Enero y cuando pregunté si podía
ir a Formosa unos días para estar en mi casa, en mi pueblo querido, con mi
familia, mi perro y mis amigos, me contestaron: “No Flor, es urgente, no hay
tiempo”.
¿Qué loco no?, pienso todas las noche. Voy a pasar unas
fiestas “anormales”, en Fundaleu, quizás sintiéndome muy mal por la quimio; ¿Y
mi familia? Se va a tener que comer el garrón también lastimosamente. Un poco
de culpa me da, no voy a mentir.
Con esto que les cuento no quiero dar lástima, porque yo no me tengo
lastima, entonces mucho menos voy a dejar que los demás me tengan. Sólo se lo
cuento para que vean lo afortunados que SOMOS. Si SOMOS, me incluyo, porque
sigo viva y porque estoy rodeada del amor de mis afectos que todos los días me
dan un empujoncito para seguir.
Por éste motivo simplemente no duermo. No dormí ésta semana
y no pienso hacerlo hasta el día de la internación. Aprovecho cada segundo de
mi vida.
¿Saben todo lo que hice este fin de semana? Me levantaba
todos los días a las ocho cuando me acostaba a dormir a las cinco o seis de la
mañana, si es que lo hacía; miraba por la ventana el GRAN día que me esperaba
afrontar; salía a caminar; fui a la plaza a respirar aire puro; estuve con mi
familia; con mis amigos; fui a dar un paseo en barco; fui a la iglesia como de costumbre;
en fin: caminé, caminé, caminé. DISFRUTÉ, porque no es lo mismo disfrutar del
mejor regalo que nos dio la madre naturaleza que es el sol, desde la ventana de
Fundaleu, que tirada en la plaza.
Si, quizás parezca zoombi porque estoy de buen humor
todo el día y con cara de loca por no poder dormir, pero nadie entiende que
estoy FELIZ.
En estos días también lloré. Lloré de bronca, como lo haría
cualquier persona, pero también de
emoción. En estos días me senté y hable con las personas que amo. Me senté y
pedí perdón, porque en algún libro alguna vez leí que hay que perdonar a las
personas que se han portado mal con nosotros, no porque se lo merezcan, sino
porque tenemos que sentir tanto AMOR por nosotros mismos, que perdonando es la
manera de sanar nuestra alma y de
liberarnos. Para empezar pedí perdón. Y después perdoné. A partir de entonces
empecé a aceptarme, me acepté tal cual soy. Me AMÉ, ME LIBERÉ.
En fin llegue a una conclusión que me gustaría compartirla
con todos ustedes. LUCESMIAS me ayudó a ser lo que hoy veinte tres de noviembre
soy. Hoy yo me AMO. LUCESMIAS hizo que encuentre a JESÚS, hizo que lo ame y que
me entregue a Él, como una pequeña balsita que flota en el medio del océano. LUCESMIAS
hizo que escalara veinte escalones de golpe. Ahora VEO la vida, antes no la
veía. Ahora AMO la vida. Entonces no veo todo tan oscuro. LUCESMIAS hizo que me
ría mucho más que antes; hizo que Jesús y Dios guíen mi corazón porque ya no
soy tan egoísta en pensar solo en mí, en mi mundo y mis problemas.
Ahora, sinceramente, prefiero mirar al costado y buscar a
quien poder ayudar. Por eso creo que JESÚS está en mí. No es casualidad que me
haya sentado hace unos días a hablar afuera de la iglesia con una pareja que
pedía colaboración para poder salvar a su hijita de una enfermedad terminal de
la sangre. Me acerqué, los ayudé y me quedé hablando con ellos. Les dí un beso
a los tres y les dije: “todo va a estar bien, solo déjenlo en la voluntad de
Jesús y Dios”; hasta contuve a un familiar de un internado en Fundaleu
diciéndole “Todo va a estar bien, solo rezá y ten fé y esperanza porque sin
ellas no hay nada”.
Y después de todo pensaba, ¿Y yo?, estoy igual o quizás
peor que ellos porque mis exámenes hematológicos no son nada buenos, pero yo no
me siento enferma, esa es la diferencia.
No voy a contar por todo lo que pase, porque ya vieron mi
video testimonio, solo les quiero decir algunas cosas que yo aprendí en este
largo camino al que me enfrenté y lo sigo haciendo hasta ahora:
- - AMEN A LA VIDA Y AGRADEZCAN cada mañana de tenerla.
- - Pero sobre todo, ÁMENSE, porque si no se aman a ustedes mismos, nunca conocerán lo que es el verdadero amor.
- - DISFRUTEN de las cosas simples porque les aseguro que son las mejores.
- - No pierdan tiempo en pavadas. Vayan y díganles a su familia, a sus amigos, hasta a su perro cuanto lo quieren.
- - RÍANSE, porque un día sin sonreír es un día perdido, les aseguro.
- - VIVAN cada día como si fuese el último en sus vidas. Caminen, corran, respiren aire fresco, bailen y tomen mucho Fernet (BRANCA por favor) por mí ya que por un buen tiempo no lo voy a poder hacer jajaja.
- - Y por supuesto, y lo más importante RECEN y nunca le suelten la mano a Jesús a pesar de cualquier adversidad. RECEN Y RECEN POR MÍ.
Espero que mis palabras les ayuden a darse
cuenta una vez más que la vida es una, y que si no la aprovechan y la disfrutan
a pleno NO LA VIVEN. No tengo otra intención más que poder hacerles ver lo que
mis queridas Lucesmias hicieron conmigo.
Y me despido contado un pequeño secreto: no
tengo miedo a lo que venga, me da más pachorra que otra cosa jajaj.¿Saben por
qué no tengo miedo? Porque Jesús está
conmigo, me protege y me cuida siempre.
Con cariño y amor. Flor
23-11-15 (3:45 de la mañana exactamente).
Éxitos y a vivir carajo!